“[…] todo el mundo dice que somos las puticas... Yo, por
ejemplo, siento que ya no soy persona... me tocó esto y no hay nada que hacer”. Testimonio de una niña de 15 años que por desgracia
(y la voluntad de Dios) terminó en el mundo de la prostitución.
Hace poco hubo
una noticia muy ruidosa en Colombia sobre una práctica sexual entre jóvenes.
“La ruleta” un juego popular que consiste
en formar un círculo de mujeres mientras hombres -que bailan en el centro- las
penetran al ritmo de la música y van rotando; quien eyacule pierde, así, el
ganador será el tipo que más tiempo resista.
Y resulta obvio que haya sido titular; cualquier noticia que involucre la
palabra “sexo” vende. No se puede hablar de eso,
pero si nos dan un papayazo ¡Bang!
Morbo y amarillismo ¡Jóvenes pervertidos! Y cualquier otro término peyorativo. Me
da por pensar que quienes comenzaron con el escándalo fueron ancianos. Ellos
porque sienten envidia al ver a esos jóvenes vigorosos con sus erecciones
rígidas y potentes. Ellas porque saben que nadie les haría el favor (aunque hay
gente pa’ todo) de explorar en aquel lugar donde rara vez llega la luz del sol.
Al comienzo
quise hacer un análisis psicosocial sobre esta práctica tratando de encontrar
alguna relación entre la represión sexual y ese conservatismo nauseabundo que
se respira en este país. Pero hubo un acontecimiento que cambió el rumbo de mi
pequeña investigación. Conocí a dos paisas, Yenni y Monica, residentes en
Medellín. Les pregunté sobre el tema y sorprendentemente me dijeron que no tenían mucho conocimiento
al respecto y que apenas se habían
enterado del escándalo por televisión. Aseguran que no es tan “popular” como lo
hicieron ver (confirmando una vez más el amarillismo que manejan los canales
colombianos). Era más bien –según ellas- un juego que pudo haber sucedido dos o tres veces entre algunos adolescentes y
a partir de esto se armó toda la parodia, que en lo personal me pareció muy
dramática y cirquera. Lo que más gracia me causó fue que en medio de la tragedia que formaron, el titular decía “juego en donde ni siquiera saben quién es
el padre” Como si lo único o lo más importante del asunto fuera el anonimato
del futuro papá ¡estos medios de comunicación siempre tan preocupados por el
futuro de los niños con familias disfuncionales!
Días después
salió una crónica sobre unas niñas involucradas en prostitución con mineros en
Segovia. Bastante delicado el tema ya que involucra abusos sexuales y otros
delitos de lesa humanidad; un texto difícil de digerir (Ver noticia aquí). Y
como vivimos en el país del sagrado corazón, donde todo es un circo y una
parodia del más grueso y repugnante humor, sale el alcalde, Jonhy Alexis
Castrillón diciendo que “en el pueblo no
hay prostitución porque las mujeres son muy calientes y no necesitan que les
paguen” ¡Ayyy qué rico!
Y después me
puse a leer noticias relacionadas en busca de algún patrón o una señal que me
permitiera hacer una buena crítica. Fue allí donde descubrí que en Colombia las
mujeres o son esclavas del hogar o son unas degeneradas. ¡Putas! de la misma
calaña que los maricones y los oscuros (aclarando ante todo que en
este país no existe la homofobia ni el racismo; si usted llega a ver algún acto
discriminatorio, recuerde que es producto de su imaginación). La culpa de todo
la tienen ellas, que incitan y provocan a los hombres. Sobre todo si se permiten cierto grado de libertad
sexual ¡eso sí es el colmo! La mujer que disfruta de su sexualidad es tildada
de furcia y zorra; si hoy tiene relaciones sexuales con un hombre, es una mujer
fácil y una ramera. Si en una semana se acuesta con otro hombre entonces es una
reputa. Y si en dos semanas se acuesta con otro hombre diferente, ¿cuánto cuesta? Y esa es la razón del
título de este texto; la mujer es una puta incluso antes de nacer, por eso hay
que encontrar la manera de reprimir esa
parte natural del ella. No se puede permitir que ella piense, hable o desee –cualquier
cosa relacionada con- sexo. Hay que hacerle una ablación mental (para desgracia
de algunos, la del clítoris está prohibida… excepto si hace parte de alguna
comunidad indígena –porque a ellos hay que protegerlos, respetarles sus
derechos y todo eso-). Cuántas veces he escuchado la misma frase, “póngale cuidado a esa niña que dentro de
poquito termina embarazada” ¡son ellas! Solo ellas tienen la culpa. La
mujer ha sufrido el peso de una sociedad machista, en donde se educa a las
niñas para que no sean violadas en vez de educar al niño para que no viole (Acá
llegan los genetistas, algunos religiosos,
a decir que los violadores tiene un gen violador). La sociedad está tan
reprimida que ahora parece un cúmulo de enfermos que solo buscan satanizar el sexo
y siempre negar la posibilidad al resto de disfrutar sanamente de la
sexualidad.
Y acá quiero aclarar que otra de las intensiones
del escrito es tratar un tema más peligroso y delicado: la educación sexual,
que en Colombia ha sido manoseada, pervertida y golpeada; es un tema
prostituido y deformado por un moralismo asqueroso defendido por algunos
homofóbicos y reprimidos que se sientan cómodamente en las sillas del congreso,
senado - o cualquier otra estancia de la corrupción- y que tienen como objetivo
castrar a toda esta manada de sujetos
liberales, progresistas o gente del común que busca defender las libertades y
derechos fundamentales. No se puede permitir que
estos expositores excrementales sigan haciendo del congreso una iglesia. Cómo
sería de diferente este país si personas como el HP (Honorario Parlamentario)
de "Don Lein" aceptara públicamente su adicción a la sodomía y su problema de disfunción eréctil.
No pienso
desgastarme contando sobre la infinidad de estudios y tratados que se han
escrito acerca de la importancia de la educación sexual (no solo durante la
pubertad sino durante toda la vida) porque sé que ni eso ayudaría a cambiar el
pensamiento conservador y moralista de algunos. Admito que mientras escribía este
texto, logré exaltarme y se me antojaba
una especie de ira al recordar las sandeces y miles de tonterías que he
escuchado sobre el tema. ¿A quién se le ocurre dar clases de educación sexual y
salud reproductiva? ¡Solo a los pervertidos, morbosos e invertidos! No se le puede abrir los ojos a una vaca
eso sería incitarlos a que tenga relaciones sexuales a temprana edad ¡qué horror!
La falta de educación sexual está directamente
relacionada con embarazos no deseados, infecciones de transmisión sexual y abortos. Si a un joven se le educa para que
cuide su cuerpo, respete su integridad y disfrute responsablemente de su
sexualidad, sin ninguna duda, tendrá consciencia a la hora de tener relaciones
y será consecuente con sus decisiones. Pero en Colombia se maneja una doble
moral (en todo). Por una parte se prohíbe hablar de sexo y se coarta la libre
expresión de la sexualidad; por otro lado, las niñas en navidad reciben de
regalo bebés, cocinas y lavadoras. Pero eso es muy lógico, hay que enseñarlas
desde chiquitas para qué es lo único que sirven: ser esclavas de la casa y
complacer a su marido, ¿para qué más puede servir una mujer? Al niño se le dan carros, balones y figuras
de acción, porque eso es de varones. A las niñas hay que darles una muñeca
perfecta y comenzar a moldear su mente para aquel estereotipo, ¡y eso que en el
mejor de los casos!
Se nos educa para avergonzarnos de nuestro cuerpo; es inmoral mostrar nuestras partes íntimas, porque esa es una zona sucia y prohibida. Las palabras pene, vagina, condón y penetración han sido borradas del diccionario coloquial colombiano. Se prohíbe tener relaciones sexuales porque es un atentado contra la integridad del humano, pero también está prohibida la masturbación porque es “un acto egoísta” Así que la única solución es reprimir todos esos deseos. ¡Pobre de la mujer que sea lesbiana! Ella sí tendrá que soportar muchos más desprecios (aunque será la inspiración de muchas pajas del tipo que se imagina haciendo un trío o del macho muy macho que sería capaz de hacerla cambiar de orientación)
Yo quiero darles
un consejo a todas las mujeres mayores que lean este artículo. Si usted señora,
es una reprimida sexual que agarra una cruz y reza cuando siente deseos, ¿por
qué no se corta las venas? deje de reprimir a las demás mujeres; si tiene un
marido que le da un pésimo sexo, entonces consígase a otro pero no se convierta
en una represora. Es más, si lo que busca es a un hombre joven que le haga ver
las estrellas con un orgasmo, tengo un par de amigos que pueden ayudarle con
eso, estoy seguro que Don Luis no se negaría.
El error de
muchos padres es olvidarse de lo que ellos vivieron, de todos esos cambios
fisiológicos por los que pasaron. Uno a la edad de 15 años, con una sobredosis
de hormonas y en plena pubertad, solo quiere meterlo en donde sea. El peso
social y ese cargo de consciencia se mezclan con la represión y se convierte en
una bomba de tiempo. Cuando llegue el momento, no hay regla, norma o ley que
detenga lo que se aproxima. ¡Es muy obvio! Y parece que algunos se han puesto
una venda en los ojos a propósito. Por naturaleza, lo prohibido es lo más
atractivo. Las niñas que más han sido sobreprotegidas son las primeras en caer
y lo sé porque en algún tiempo tuve amigas que pasaron por esto y que ahora son
unas putas.
Imagínese una
joven que a los 15 años quiso explorar y sentir los placeres que brinda el buen
sexo; y por cualquier razón quedó en embarazo. He aquí el primer problema:
embarazo no planeado y en la mayoría de los casos, no deseado. El miedo se apodera
de ella y decide abortar, entonces se presenta el segundo problema: en Colombia
el aborto no es legal del todo, lo que significa que esta niña se practicará
uno de forma insegura y peligrosa. Entonces, ¿no es la falta de educación
sexual el primer factor que contribuye a problemáticas como el embarazo no
deseado y el aborto? Una niña que se eduque para que respete su integridad y
disfrute responsablemente del sexo, es una mujer con muchísimas menos
probabilidades de que cometa el error de acostarse con un hombre sin protección
o sin estar consciente de lo que hace. Sé que más de uno no estará de acuerdo y
lo entiendo perfectamente, porque –como decía Erykah Badu- “la
gente está incómoda con la sexualidad que no es para consumo masculino”
Siempre he sido
un crítico de los artículos largos (porque sé que en Colombia no los leen) y por alguna razón, este fue un poco extenso.
Ojalá leer y escribir fuera tan popular como “Colombia tiene talento” o tan
rentable como hacer una novela sobre paramilitares. ¡Qué le vamos a hacer!
Hasta rezar es más común que leer. ¿Será que por eso hay tanto creyente y tan
poco crítico?
Finalmente, a la
mujer le doy un consejo: disfrute del sexo, mastúrbese, conozca su cuerpo
¡explórelo! Sienta, grite, gima, ríase,
dóblese, salte, rasguñe, respire profundo y siempre sea responsable. No se
avergüence de su cuerpo y cuando quiera tener sexo hágalo con tanta pasión como
pueda; eso sí, a todo hombre mal polvo
muérdale un testículo y riegue el chisme ¡pa’ que se componga!
Tw: @DrRascawillie